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YOGA y estrés.

El estrés es principalmente una respuesta física. Cuando está estresado, el cuerpo cree que está bajo ataque y cambia al modo de "lucha o huida", liberando una mezcla compleja de hormonas y sustancias químicas como adrenalina, cortisol y norepinefrina para preparar el cuerpo para la acción física. Cuando el flujo sanguíneo va solo a los músculos más importantes necesarios para luchar o huir, la función cerebral se reduce al mínimo. Esto puede llevar a una incapacidad para 'pensar correctamente'; un estado que es un gran obstáculo tanto en nuestro trabajo como en nuestra vida hogareña. El mantenernos en un estado de estrés durante largos períodos de tiempo, puede ser perjudicial para nuestra salud.

El estrés prolongado tiene un efecto físico, emocional y mental y puede afectarlo todo, desde el sueño, aumento en los niveles de azúcar y presión arterial, la digestión, la libido y como asi tambien nuestras relaciones. Por eso es muy importante encontrar herramientas que ayuden a reducir el impacto que las situaciones estresantes tienen sobre nosotros.

La práctica correcta y regular de YOGA puede ser tan relajante como un masaje cuando se trata de reducir la tensión y relajar el cuerpo físico. Ciertas posturas tienen un efecto profundamente calmante en todo el sistema, especialmente las curvas e inversiones hacia adelante. Se puede destacar la postura del niño, debido a su maravillosa capacidad para calmar las glándulas suprarrenales y crear calma interna y externa. Tambien con la postura Shavasana durante la relajación al final de la clase de yoga trabajamos el arte de dejar ir.

Cuando estamos estresados ​​o ansiosos, la mente se sobreocupa, a

menudo hasta el punto de volvernos locos. Aprender a enfocar la mente en una cosa a la vez puede parecer lo más difícil del mundo, pero con la práctica, se vuelve más fácil.

La meditación es una herramienta increíblemente poderosa para relajar y enfocar la mente, al igual que cualquier tipo de conciencia de la respiración. Ya sea manteniendo posturas, fluyendo a través de secuencias o en una pose de meditación sentada, todo comienza a enfocarse y disminuir la velocidad cuando llevas tu atención a la respiración. Con el tiempo y con la práctica repetida, comienzas a desarrollar nuevos hábitos hacia un estado interno más relajado.

El estrés y la tensión pueden hacer que respiremos de manera rápida y superficial, lo que puede provocar más ansiedad. El yoga te brinda la oportunidad de respirar de manera más efectiva, utilizando el diafragma y utilizando toda la capacidad pulmonar.

Cuando la mente y el cuerpo están conectados, generalmente hay un mayor sentido de armonía y facilidad en nuestras vidas. El cuerpo envía señales importantes cuando algo está desequilibrado, lo que sucede con tanta frecuencia cuando estamos bajo presión. Tener la capacidad de responder es, por lo tanto, realmente importante para nuestro bienestar.

El yoga nos enseña a ser sensibles a cada movimiento y a escuchar nuestros cuerpos. La práctica nos anima a existir en el momento presente y a vivir de una manera más consciente y conectada.

Las emociones negativas como el miedo, la ira y la culpa pueden causar estrés, especialmente si no se expresan. Una acumulación de cualquier cosa crea presión. La presión emocional a menudo se libera de manera no refinada, como gritar, criticar, sentir irritacion y explotar en situaciones normales, que sentimos que nos sobre pasan!

Durante la practica de yoga liberamos energía emocional de manera efectiva, sin que seamos conciente de ello, por lo que nos sentimos relajados y calmados.

El estrés no es algo de lo que podamos resguardarnos por completo, pero a través del yoga y la meditación podemos aprender cómo reducir el impacto que las situaciones estresantes tienen y encarar el dia de una forma mas saludable y más relajados!

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